El delantero de Csis levantó mucho su nivel en el segundo semestre con respecto del primero. ¿Las causas? Tuvo un gran compromiso con el equipo y estuvo muy afilado a la hora de convertir. El primer torneo marcó tan solo 2 goles, pero en el segundo gritó 11 veces y fue figura en 4 partidos.
Por Jonathan Steingard
De seis meses malos a seis meses buenos. De
Comenzó el año entusiasmado, con la oportunidad de consolidarse como el gran delantero que siempre prometió ser. Tras un año como titular en el equipo y ya afianzado como titular, Barko tenía el compromiso con el grupo y con el mismo de entregarse al cien por cien para poder llevar al conjunto de Monte Grande a la máxima división.
El inicio no fue bueno, el punta no redondeaba buenas actuaciones y le costaba convertir. Nunca pudo explotar su juego y terminó la primera rueda con un puntaje promedio de 4.87 y con tan solo 2 goles en su cuenta personal. Los comienzos no eran como Barcan los esperaba.
Pero en la segunda mitad del año todo cambió. El equipo comenzó a ganar y la racha de 3 triunfos al hilo le dio la tranquilidad a Barko de desplegar todo su fútbol. Derrota 1-2 con Atlético Gurei, donde Alan es la figura del encuentro y desde ese partido no paró. Fue 4 veces figura de la cancha y convirtió 11 goles en 12 partidos. Letal.
Sin lugar a dudas, fue el gran destape de Alan Barcan en Csis. Estadísticamente, fue el jugador que mejor puntuación obtuvo en el Clausura: 6.33 puntos. Demostró todo lo que insinuaba ser desde pequeño y se puso el equipo al hombro en más de una oportunidad. El conjunto de Monte Grande está a un partido de ascender a
0 comentarios:
Publicar un comentario